LA ÚLTIMA AVENTURA
- Jóvenes ya son las cinco de la mañana- anunció el encargado del hostal, después de haber golpeado la puerta de la habitación. - Gracias amigo – una voz ronca respondió al llamado madrugador. Sería la última aventura que realizarían en Cusco, habían sido siete días intensos, sus cuerpos estaban agotados. Las vacaciones terminaban y volverían a la capital, aquella ciudad húmeda y gris de invierno y a la rutina de siempre. Aníbal y Pedro, coincidieron hacía seis años en el mismo centro laboral, logrando entablar una buena amistad. Este viaje lo habían asimilado como una despedida a su soltería, ya que en unos meses ambos pasarían a la fila de casados. El vehículo de la agencia turística los esperaba en la puerta del hostal. Salieron con dirección al río Urubamba en el Valle Sagrado al sur del Cusco. Después de dos horas de viaje llegaron a Cusipata a 3,129 msnm. Allí desayunaron, recibieron las instrucciones de seguridad y el uso de los equipos para el viaje por el río Urubam...