SUPERHEROES
Superhéroes
Cuando viajábamos a Lima por vacaciones, era inevitable visitar a tía Lola. Era menor que mi madre, siempre lograba sonrojarte en la mesa con preguntas indiscretas, que se relacionaban con los cambios físicos propios de la adolescencia o sobre la relación amorosa que llevabas. Vivía en un departamento pequeño, en un cuarto piso. Al ingresar al edificio tenías la sensación de que alguien te observaba, el pasadizo era lúgubre con escaleras angostas y oscuras. Por lo general, mi tía no se encontraba en casa, siempre estaba trabajando, era padre y madre de mis dos primos. Nadia de 18 años y Papi de 7 años de edad. Nadia salía temprano a estudiar y mi tía a trabajar. Así que, el único fijo en casa era Papi. Sabia cocinar, asear el departamento y salvar cualquier imprevisto que pudiera suceder.
En cierta ocasión, mi hermano y yo fuimos a dejarle una carta que mi madre le enviaba a tía Lola. Tocamos la puerta gris claro del departamento, escuchando una infantil voz.
-¿Quién es?- dijo Papi desde el interior del departamento.
- Soy Elmer, hijo de tu tía Rosaura.
-¿ DNI?, lánzalo por debajo de la puerta.
- Ok, ya lo hice.- contestó Elmer.
El protocolo de seguridad impuesto por mi tía, consistía en que Papi debía ir al cuaderno familiar, allí estaban anotados todos sus hermanos con sus hijos, una data pormenorizada familiar.
Después de la constatación documentaria venía el procedimiento visual. Se escuchaba que colocaba la cadena de seguridad, subido en una silla. Al abrir la puerta, quedaba semiabierta, protegida por la cadena. Dejaba notar la mitad de su rostro y al vernos, se iluminaba su expresión, y procedía a abrir recién la puerta.
Esa visita se prolongaba por horas, sacaba una caja de plástico con todos los superhéroes, eran un par de horas de juego asegurado. No sabíamos en qué momento despedirnos. Su alegría de Niño nos abrumaba.Después de unas horas de juego, partíamos y quedaba solo nuevamente con su caja de muñecos en espera de otro familiar que tocara la puerta.
Teníamos un hermano menor, Junior, casi de la edad de Papi. Mi madre viajó con él a Lima. Nosotros ya éramos adolescentes, así que, esas vacaciones decidimos no acompañarla, las prioridades cambiaron. Mi madre decidió visitar a su hermana, coordinaron para un fin de semana, así aprovecharían que mi tía Lola se quedaba en casa.El más emocionado con la visita era Papi, al fin, jugaría por horas, con su primo norteño.
Al llegar a encontrarse, las hermanas comenzaron una plática interminable. Papi invitó a Junior a su habitación. Se inclinó debajo de la cama y le mostró la caja con todos los superhéroes en juguete.
- Yo soy Supermán - dijo Papi mostrando sus músculos
- Yo, el hombre araña- replicó Junior
- Entonces seré Batman- dijo Papi
- Yo seré Hulk - atinó a decir Junior
- Mejor seré Ultrasiete- dijo Papi a la vez que le lanzaba rayos con las manos y hacia una sinfonía de ruidos extraños con la boca, seguido de una serie de acrobacias. El invitado quedó paralizado, reaccionado después.
- ¡¡A Ultrasiete le saco la mierda!! - dijo algo contrariado Junior. Lo que había sucedido era que ese programa era visto solo en Lima. Al vivir en provincia, Junior, no sabia de la existencia de ese superhéroe, sus fortalezas, poderes ocultos, debilidades y todo lo relacionado a él. Por eso, no supo como enfrentar esa amenaza, dando esa espontánea respuesta. Cosas de Superhéroes.
Comentarios
Publicar un comentario